No conocer el idioma del país al que se viaja como persona voluntaria, suele ser una preocupación y un obstáculo a la hora de atreverse a hacer voluntariado internacional. No saber hablar ni entender el idioma local o, por lo menos, el inglés como lengua universal, suele preocupar mucho a las personas que quieren adentrarse en una experiencia de voluntariado.
Al ser estancias de larga duración y gran contacto social, en las que es necesaria la buena comunicación, presuponemos que es necesario tener conocimiento del idioma local. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, existen multitud de opciones para todas las personas que quieran dedicar su tiempo y esfuerzo de forma desinteresada.
Todo depende del tipo de voluntariado que vayas a hacer, la gran mayoría de ONGs no exigen que tengas fluidez en el idioma de destino o en inglés. En caso de que lo hagan, suelen ser proyectos en los que necesitan personal profesional y con unas aptitudes específicas. Al fin y al cabo hay proyectos y actividades para toda clase de personas y, lo que más demandan las ONG a la hora de recibir a personas voluntarias en sus proyectos es que tengan actitud proactiva, educación, respeto y que se comprometan con el proyecto y la gente de la comunidad.
Otro punto que, sin duda, favorece la relación con la gente local es que aprendas vocabulario básico previamente, no sólo por facilitar la comunicación sino también para que tu propia experiencia sea incluso más profunda. Verás cómo la gente local aprecia de verdad que te involucres de esta manera y podrás profundizar más en la comunidad y la cultura local.
Esas son las claves para que la experiencia del voluntariado internacional sea exitoso: actitud, educación e implicación con el proyecto y la comunidad. La implicación se puede dar de diversas maneras, pero te recomendamos que conozcas un poco la cultura, la sociedad y la historia local antes de viajar, porque ayuda a hacer un mapa mental previo que te ayudará a entender y moverte mejor durante tu estadía.
¡Recuerda! No estarás sola/o; cuenta con tus compañeras/os, sobre todo al principio te ayudarán a adaptarte poco a poco, incluyendo la comunicación con la gente local y la persona responsable de la ONG.
En conclusión, el conocimiento del idioma no es algo obligatorio para disfrutar de la experiencia, aunque si que tienes que tener en cuenta que tienes que estar dispuesto o dispuesta a perder la vergüenza, a abrir tus ojos y oídos y aprender todo cuanto puedas.
¡Seguro que te sorprendes a ti mismo/a!