1º. Las necesidades relacionales de cada persona. Requieren mantener una comunicación cercana y asidua para contar y conocer experiencias y crear vínculos entre las personas dentro de la ONG. Además de preguntar a las personas voluntarias cómo se encuentran, tanto en lo personal como en lo relacionado con la ONG y si precisan de algo para llevar a cabo las actividades voluntarias de la entidad.
Fundamentalmente, que estén acompañadas y, sobre todo, que se sientan acompañadas durante su acción voluntaria en la entidad, utilizando los diferentes medios que se tengan a disposición. Estas acciones se pueden llevar de manera individual como de manera grupal, en las que se comparten informaciones u opiniones y ambas formas pueden ser igual de beneficiosas. Por último, resaltar que la comunicación permanente no debe de ser demasiado cargante y un apropiado espacio de tiempo para este tipo de comunicaciones suelen ser cada 10 o 15 días.
2º Experiencia de desarrollo como persona y necesidades formativas. Consiste en facilitar herramientas y recursos para que la persona voluntaria desarrolle sus actividades de forma positiva aprendiendo nuevas . Esas herramientas pueden ser recursos materiales, pero, sobre todo destacan las acciones formativas que proporcionan a las personas voluntarias medios, por una parte, para llevar a cabo las actividades voluntarias y, por otra parte, para su propio desarrollo personal. Como tal, se pueden destacar aportaciones como adquirir conocimientos sobre tareas o colectivos concretos, mejora del currículum y obtener experiencia práctica.
3º Necesidades participativas. Requieren que la persona voluntaria sea parte activa de las actividades de la entidad. Es decir, que se sienta identificada con la forma de actuar de la entidad, y que se sienta parte de la ONG y que sea reconocida como tal, que tenga oportunidades de opinar sobre la intervención social y otras acciones que permitan a la persona voluntaria involucrarse en la entidad. Para ello, dar cierta libertad, autonomía y capacidad de decisión es vital. Muy relacionado con mantener una comunicación adecuada y facilitar recursos, ya que eso ayuda a que la persona voluntaria sea parte de la organización.
4º Promover el autocuidado de las propias personas voluntarias. Tal vez la clave más importante de todas ya que su objetivo es el de consolidar y fomentar la salud física y mental, la motivación, la sostenibilidad relacional y social y la sostenibilidad emocional. Todos estos aspectos son esenciales en el cuidado y bienestar de las personas y dar con las medidas adecuadas para fomentar el autocuidado es muy importante en todas las ONG que trabajan con personal voluntario.
El objetivo de una entidad debe ser la de proporcionar todo tipo de mecanismos para que las personas voluntarias sean capaces de llevar a cabo el autocuidado, ya que cada personas sabe (o debería saber) mejor que nadie cómo se siente y que es lo que necesita para sentirse mejor.
Esas son las 4 claves que se precisan atender para un buen cuidado de las personas voluntarias en una ONG. Como se ha visto, todas ellas están relacionadas y requieren de una buena comunicación interna y para ello, es recomendable que haya un espacio para que las personas voluntarias puedan expresar cómo se sienten de cuidados por parte de la entidad (grupos, entrevistas individuales, cuestionarios, etc.). Las posibilidades son varias, pero, teniendo en cuenta estas 4 claves, la relación entre ONG y persona voluntaria y la actividad social que lleven a cabo conjuntamente será mucho más fructífera para todas las partes implicadas.